Prueba a fondo: Mazda 6 2.2 diesel 150 cv

Mazda el pasado mes de marzo actualizó su berlina, una actualización que sirvió para que el 6 siguiera siendo una de las mejores opciones del segmento, gracias a su oferta de motores, diseño y a un comportamiento muy equilibrado.
La versión que hoy conducimos es seguramente la más recomendable, ya que se trata de un diesel de 2,2 litros de cilindrada con unos buenos 150 caballos de potencia muy aprovechable gracias a su motor con doble turbo, esta doble alimentación permite que la potencia llegue desde muy abajo y tenga un amplio rango de utilización, con buena respuesta al acelerador pero también mimando nuestro bolsillo gracias a unos consumos muy buenos por la potencia de la que disponemos.
En nuestro test, el Mazda 6 se conformó con unos 5,8 litros a los 100 kilómetros, una cifra muy equilibrada teniendo en cuenta las buenas prestaciones que permite este propulsor, con una velocidad punta de 212 Km/h y pasando de 0 a 100 Km/h en 9,2 segundos.
El cambio de marchas es marca de la casa, preciso y fácil de manipular, no es rápido, pero tampoco es un coche para hacer carreras.
Los frenos son dosificables y potentes, dan seguridad y sobretodo aportan confianza al volante.
El único pero de este motor es que suena un poco más de lo deseable, nada molesto pero si se nota que sus competidores tienen algo más en cuenta la insonorización.
El compotamiento es sumamente sano, lo que significa que aúna eficacia con facilidad de conducción, su dirección y suspensiones trabajan de maravilla y consiguen un equilibrio excelente. En ciudad es dónde menos nos ha gustado, la visibilidad es justa y cuesta cogerle la medida a la hora de estacionar, en cambio para ratonear es ágil. En autopista es muy rápido y suave, permite largos trayectos sin fatiga y ronda los 1.000 kilómetros de autonomía real. En carreteras viradas es dónde sus excelentes suspensiones y gran dirección dan lo mejor de si, permite buenos ritmos y es divertido al volante sin maltratar al pasaje.
El interior ha mejorado en calidad y ajustes, la pantalla central ha crecido y se ha sumado a la moda de elevarla un poco respecto al salpicadero, dando la idea de ser una tablet, pero que al fin y al cabo lo que se consigue es una mejor visión sin casi desviar la vista del asfalto.  Esta pantalla de 7 pulgadas se puede conectar a través de Bluetooth  a un teléfono móvil de última generación o por cable USB. Es actualizable y mejorable con futuras revisiones del sistema.
El MZD Connect tiene entre sus aplicaciones Aha™, que consta de una solución de entretenimiento en nube con música, emisoras de Internet, podcasts y hasta libros dictados. También es compatible con Facebook y Twitter, aunque para leer, no para participar.
El reconocimiento de voz funciona con 25 idiomas, aunque se soportan más lenguas en modo texto.
Las aplicaciones del sistema incluyen información de consumos y recordatorio de intervalos de servicio.
Los asientos como en todo Mazda son excelentes, tanto por confort como por mullido y posición al volante. Detrás hay espacio para dos adultos amplios o tres pequeños, aunque no caben tres sillitas infantiles. El maletero con 510 litros de capacidad está entre los mejores del segmento y permite llevar un montón de equipaje.
Valoración Final. Por 31.000 nos llevamos una excelente berlina, de las pocas berlinas Japonesas que se mantienen en el mercado (solo Toyota tiene el Avensis), no es la más barata pero si tiene uno de los mejores motores y es uno de los más atractivos, sino el que más. Nos parece una compra inteligente, teniendo en cuenta que Mazda es de las marcas más fiables del mercado.
Conócelo y pruébalo en Mabasa.
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