Prueba Gremimotor: Audi Q7 e-tron quattro

Los híbridos se están colando en todas las gamas de las marcas de automóviles, Audi, ya tenía en su portafolio algunos de estos modelos de mecánica combinada, pero ahora llega el primer híbrido enchufable de la marca, el Audi Q7 e-tron quattro.

La marca germana ya hace muchos años que flirtea con esta tecnología, ya en 1989 presentó un prototipo híbrido enchufable, pero nada tiene que ver con este modelo que hoy probamos. La variante híbrida enchufable del enorme SUV de la marca alemana combina un propulsor V6 TDI y un motor eléctrico.
La combinación de ambos propulsores es como poco impresionante, con 373 CV y un par máximo de 700 Nm. El sistema híbrido del SUV de Audi se compone de una mecánica turbodiésel 3.0 V6 TDI que desarrolla 258 CV y un propulsor eléctrico que aporta 94 kW de energía. Ambos motores se asocian a un cambio automático tiptronic de ocho marchas.
Las prestaciones son brutales, pasando de 0 a 100 km/h en 6,0 segundos y con unas recuperaciones y velocidad punta de 230 Km/h.
El sistema eléctrico emplea una batería de iones de litio compuesta por 168 células que logran una capacidad de 17,3 kWh situada bajo el piso del maletero. Audi habla de hasta 56 kilómetros de autonomía 100% eléctrica, aunque nosotros hemos rondado los 30 Km, que no está nada mal.
El interior aúna espacio, confort, calidad y lujo, es una maravilla, sin duda de los vehículos que mayor sensación de bienestar transmiten a sus ocupantes. Las plazas delanteras recogen bien el cuerpo y tienen infinidad de regulaciones para conseguir estar cómo en casa.
En marcha su gran particularidad es la perfecta insonorización del habitáculo, cuando circulamos en modo 100% eléctrico el silencio en marcha es casi total, pero apenas nos percatamos de que se pone en marcha el motor de gasoil. Por supuesto de vibraciones ni hablar.
Los trayectos en autopista y autovía se hacen cortos, el confort es excepcional, la calidad de rodadura, impresionante y el funcionamiento del motor inapreciable.
Valoración Final: Es una pasada de coche, aunque como sucede normalmente en estas ocasiones, siempre hay algo que no nos gusta, el precio, que sin descuentos pasa de los 80.000 euros, a lo que podemos sumar muchos extras y opcionales. Eso si, si la parte económica no es problema, es una máquina increíble, que es de lo mejor que hemos conducido en más de 20 años de profesión.
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