En verano, el calor puede convertirse en un factor de riesgo a la hora de conducir. Cuando la temperatura supera los 24-25 grados dentro del habitáculo, se produce una disminución de la atención y la concentración, además de que se incrementa el tiempo de reacción. Por ello, es aconsejable atemperar el habitáculo y conducir a una temperatura entre 21 y 23 grados.
Conducir con exceso de calor puede incrementar más de un 20% el riesgo de accidente. Conducir a 35 grados puede provocar que el conductor deje de percibir el 20% de las señales de tráfico e incremente sus errores más de un 30%. El exceso de calor origina también fatiga e incremento de la agresividad.
Para evitar cualquier obstáculo es recomendable poner a punto el aire acondicionado antes de empezar las vacaciones, ya que además de ser un elemento de confort también forma parte activa de la seguridad del vehículo. Para mantener una buena calidad del aire en el interior del coche, es fundamental llevar a cabo un mantenimiento y cambio de filtros, ya que además de filtrar las impurezas, este gesto contribuirá a alargar la vida útil del coche. Estas son las recomendaciones de la red de talleres Confortauto Hankook Masters:
- Encender el aire acondicionado del vehículo. No es solo un elemento de confort que proporciona la temperatura ideal dentro del coche, también es un elemento de seguridad puesto que ayuda aplacar situaciones de somnolencia y atención en la conducción.
- Aparcar en la sombra. Los rayos solares no entrarán de forma tan directa en nuestro vehículo y la temperatura del mismo no ascenderá tanto. Evitando esta exposición al sol, no solo reduciremos la temperatura interna del coch
- Colocar parasoles. Si no se puede aparcar el coche en un lugar sombreado, lo recomendable es colocar un parasol delantero para que el volante no esté ardiendo cuando vayamos a conducir
- Usar protectores de volante. Además de ser elementos que favorecen la correcta higiene del coche, evitan que este elemento concentre un calor excesiv
- Abrir las ventanillas antes de arrancar y esperar a que ese aire caliente salga. Un truco es abrir una de las ventanillas y, desde el lado contrario, abrir y cerrar varias veces la puerta hasta que salga ese aire caliente
- Lavar el coche frecuentemente. Con esto se consigue bajar la temperatura del vehículo. Evitar hacerlo en las horas de más calor porque si no el agua se evaporará demasiado rápido
- Lunas o cristales tintados. Aparte de ser un elemento decorativo del vehículo, los cristales tintados son perfectos para reducir el efecto de los rayos ultravioletas del sol, y con ello reducir el calor que transmiten los mismos al interior del coche.
Fuente: Posventa.info