Los coreanos de Hyundai mantienen su firme apuesta por Europa con una gama pensada para el viejo continente tanto por diseño cómo tecnología y motorizaciones, ahora nos llega este nuevo compacto de la firma asiática con una eficaz tecnología micro-híbrida.
El i30 recibe retoques estéticos, y se apunta a las mecánicas mild-hybrid, que ya casi todos sus competidores ofrecen.
El nuevo Hyundai i30 tiene una amplia familia de tres carrocerías: la de cinco puertas, la familiar Wagon y la sedán Fastback.
En nuestro caso probamos la versión Wagon y con acabado N-Line X, un atractivo familiar con un acabado deportivo muy conseguido.
El nuevo Hyundai i30 estrena faros rediseñados, con un motivo de uve para los delanteros integrando los LED diurnos. También cambian las traseras.
El salpicadero estrena una nueva pantalla flotante, que se controla por varios botones, evitando que tengamos que navegar por los menús más de la cuenta. Incluye los servicios conectados Blue Link, que permite funciones remotas desde la app como envío de ruta, apertura y cierre, diagnósticos, encontrar el coche o información en tiempo real del precio del combustible y el estado del tráfico.
El nuevo propulsor híbrido de gasolina 1.5 T-GDI de 160 CV cuenta con el sistema mild-hyrbrid de 48V, en su caso gestionado por el cambio automático de doble embrague de siete velocidades.
La respuesta del motor es inmediata y hasta deportiva, perfecta para adelantamientos o incorporaciones a vía.
Cuenta con tres modos de conducción (Normal, Eco y Sport), que cambiamos mediante un botón ubicado junto al cambio, estos modos ajustan la respuesta del cambio, dirección y acelerador, todos tres son usables pero en modo Eco se prioriza demasiado el consumo, lo que penaliza en respuesta al acelerador.
En cuanto a prestaciones, nada mal, con una velocidad punta de 210 Km/h y pasando de 0 a 100 Km/h en tan solo 8,6 segundos.
El consumo de combustible no es todo lo bajo que nos gustaría, se sitúa en unos buenos 5,8 litros a los 100 kilómetros.
En movimiento este i30 ofrece un comportamiento estupendo, con unas reacciones sanas y seguras y un sobretodo un aplomo, confort y estabilidad sobresalientes en vías rápidas. En ciudad es ágil y dispone de una buena visibilidad, además gracias a la cámara de visión trasera estacionar es un juego de niños. En tramos de carretera secundaria con múltiples curvas, su comportamiento es eficaz, sin ser deportivo nos permite disfrutar de la conducción sin sobresaltos.
Valoración Final: El Hyundai i30 hybrid Familiar está disponible desde unos 30.000 euros a lo que hay que restar los descuentos de la marca y las ayudas del gobierno y comunidades autónoma. El precio es algo alto pero viene muy equipado y sobretodo ofrece unas prestaciones y espacio a la altura de los mejores del segmento, que rondan también este precio, aunque van menos equipados.
Oriol Sintas. ElMotor.net
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