La revisión de los vehículos tras las vacaciones de verano es tan importante como la revisión y el mantenimiento previos a los viajes de largo recorrido, más aún en momentos con altas temperaturas, advierten desde 'Elige calidad, elige confianza' (ECEC), iniciativa compuesta por una veintena de los principales fabricantes de componentes de automoción
El calor y los trayectos largos pueden afectar al rendimiento de estos componentes por el desgaste y el sobreesfuerzo al que se somete el vehículo, o por el impacto de las altas temperaturas.
En este sentido, ECEC recomienda llevar a cabo una revisión exhaustiva de algunos de los componentes que más sufren en esta época: neumáticos, sistema de refrigeración, limpiaparabrisas, frenos y niveles de líquidos.
Los neumáticos sufren más en verano debido a que las altas temperaturas los desgastan con mayor facilidad, por lo que se debe revisar el dibujo y la presión de los mismos.
Se debe comprobar que el sistema de refrigeración funciona correctamente, ya que un uso excesivo puede alterar su rendimiento.
En cuanto a los limpiaparabrisas, se recomienda revisar que el estado de la goma es el correcto.
Se debe prestar especial atención al estado de los frenos, ya que las altas temperaturas a las que se exponen las pastillas pueden dar lugar a un desgaste prematuro, así como a los niveles de líquidos, pues estos suelen reducirse tras largos desplazamientos.
La falta de mantenimiento del automóvil es la principal causa de estas averías, algo que se puede prevenir con revisiones periódicas, las cuales deberán ser más frecuentes si el vehículo tiene más de diez años.
Por otro lado, las baterías suelen fallar en invierno pero, en realidad, son las altas temperaturas del verano las responsables de su mayor desgaste, se usen o no.
Fuente: Posventa.info