España continúa alejándose de los países de su entorno europeo en el indicador global de electromovilidad. Durante el primer trimestre de 2022 se logró un crecimiento del 1,4% respecto al periodo anterior, alcanzando un total de 13,3 puntos sobre 100 en el Barómetro de electromovilidad de Anfac, frente a la media europea que se sitúa en 28,1 puntos, lo que resulta una brecha de cerca de 15 puntos.
El Barómetro de Anfac refleja el lento progreso de España en el ritmo de desarrollo de la electromovilidad, tanto en materia de penetración del vehículo electrificado como de despliegue de infraestructura de recarga, lo que dificulta que se alcancen los hitos intermedios que permitan cumplir con los objetivos marcados. Para 2022 sería necesario triplicar la presencia de infraestructura de recarga respecto al año anterior hasta alcanzar al menos 45.000 puntos de recarga públicos. Por la parte del mercado, el objetivo para este año se sitúa en 120.000 matriculaciones de turismos electrificados, el doble de lo alcanzado en 2021, habiéndose acumulado hasta marzo tan solo 17.704 ventas de este tipo.
En el ámbito europeo, aunque el ranking global mantiene sus posiciones, destaca la mejora de cerca de 3 puntos tanto de Francia como Reino Unido. En el caso de España, todavía se mantiene en las últimas posiciones superando únicamente a Hungría y a República Checa y a un nivel parecido al italiano.
Por su parte, a nivel regional algunas comunidades autónomas obtienen mejoras significativas, y destaca la evolución de Cataluña, Madrid, y Navarra, que mejoran en 2,5, 1,7 y 1,6 puntos, respectivamente. Estas comunidades, junto con las Islas Baleares y las Canarias, son las únicas regiones que se sitúan por encima de la media nacional.
El lento desarrollo de infraestructuras de recarga continúa siendo un punto débil en materia de electrificación, no solo para España, sino para la mayoría del entorno europeo. En el primer trimestre del año, España logra aumentar siete décimas, hasta una valoración de 4,8 puntos sobre 100 en el indicador de infraestructura de recarga. Mientras, la media de la Unión Europea se sitúa en 9,8 puntos, pero con un crecimiento de solo un punto. Todo esto hace que España se mantenga en las últimas posiciones del indicador y aumente la brecha en cinco puntos respecto a la media europea.
ANFAC